Iniciamos el Adviento.
Las prisas nos rodean por todas partes.
Las luces cegadoras de los comercios nos adulan: ven y llévame.
Una nueva oportunidad,
tiempo de esperanza,
para disfrutar de la vida,
para renovar las ilusiones.
Sal de tu indiferencia,
despierta tus sentimientos.
En el amanecer,
quizás en la noche,
en ese momento sencillo,
alza tu mirada,
busca la estrella que orienta tu vida.
Si, lo se,
el tiempo no espera a nadie,
¿ cuántos días llevas viviendo sin sentido ?
No permitas que otro día se acueste
sin amor en tus labios,
sin luz en tu corazón.
Hoy puede ser el día,
inicia el camino,
deja que el faro del Espíritu te guie…
algo puede nacer dentro de ti.