En el día de ayer celebramos la Pascua del Enfermo. Unidos en comunidad, disfrutamos de nuestra mutua compañía en la tarde. Nos acompañó el soleado día que nos ayudó a que todos estuviéramos más animados.
Primero nos encontramos en la celebración que tuvimos en nuestra iglesia. Juntos oramos y cantamos, sintiendo la presencia de Jesús Resucitado entre nosotros. Compartimos momentos únicos y especiales, donde el amor se sentía en los gestos, los abrazos, los besos.
Una vez concluida la celebración, que ya nos lleno de alegría y esperanza, bajamos a nuestros locales, para continuar con la jornada.
Un grupo de voluntarios nos deleitaron con un pequeño teatro y así las sonrisas se asomaron a todos nuestros rostros: fue un momento mágico para todos. Después pasamos a la chocolatada con churros, donde todos nos pusimos “las botas”.
Qué bueno y necesario es que como comunidad, sepamos estar y acompañar a nuestros hermanos enfermos, para que no se sientan solos y tristes en tantos momentos difíciles de la vida. Desde aquí a los que pudisteis venir y a todos aquellos, que no lo pudisteis hacer, os recordamos con mucho cariño y os decimos que os queremos mucho.

