Esyamos asistiendo en Europa a una guerra más, de las que hay en el mundo. En este caso la de Ucrania. El horror y el sinsentido de la violencia, está trayendo también ejemplos hermosos de la solidaridad humana. Hay mucha gente noble, que trabaja y da lo mejor para ayudar a los demás.
Nosotros como Familia Pasionista, también estamos añadiendo nuestro granito de arena. En el archivo adjunto, tenéis la noticia de como en nuestra casa de Ejercicios de Las Presas (Santander) hemos acogido a un grupo de refugiados. Demos una oportunidad a la Paz.
Gracias por compartir tu comentario. Creo que en el escrito, no pongo ni una sola palabra sobre el pueblo Ruso, y menos de condena. Toda acción, del tipo que sea de rechazo y acoso a otra persona, venga de donde venga está mal hecho y no se lo deseo a nadie, sin ningún tipo de excusa. Estamos para ayudarnos a vivir más y mejor felices. Ello no quita que condenemos la barbarie de cualquier guerra ( Siria, Yemen, Congo etc.... y también Ucrania) donde no se respetan los derechos humanos y la gente sufre la violencia más despiadada. En la guerra de Ucrania, ya hay 5 millones de personas refugiadas, que se han quedado sin nada y algunos sin sus seres queridos. El Señor Putin no puede participar en una Vigilia Pascual, cuando es responsable directo de semejante genocidio. Yo creo en Cristo crucificado. Desde su cruz abraza a la humanidad sufriente. Desde su cruz perdona y no condena a nadie. No podemos justificar a quien utuliza la violencia en nombre de un pueblo (este caso el ruso), para conseguir no se que objetivos. Jesucristo es el principe de la paz y nos dijo que nos amaramos los unos a los otros. Tratemos a los demás, como deseamos que los demás nos tarten a nosotros. Que cuanto antes, llegue la paz en tantas guerras y conflictos Un abrazo de paz resucitada para tí.
Hay muchos rusos en España y otros países que son víctimas de persecución, como Cristo lo fue, ellos por razón sólo de nacionalidad. Estudiantes de universidades españolas expulsados sin contemplaciones, mujeres y hombres rusos a los que, sin culpa ninguna, los que antes se decían sus amigos, han abandonado, rusos que en su trabajo son acosados y cosas así, en La Coruña se está viviendo. Creo que debemos estar con ellos también, son inocentes como Cristo lo era, no tienen culpa de nada.